domingo, 17 de noviembre de 2013

Ese día algo en mí murió.

Nos habíamos separado de los demás porque necesitábamos hablar a solas, sin nadie.
Caminaba de su mano, cuando, de pronto, él se puso frente a mí cogiéndome la cintura.
-Mira yo sé que la primera semana que empezamos a salir tu todavía sentías algo por tu sabes quién y la segunda puede que también pero..
Entonces le interrumpí, que no, que yo solo lo quería a él y a nadie más.
Esta vez fue él el que me interrumpió a mí.
-Está bien, solo era un ejemplo, pero quiero que sepas que aunque todavía pienses en él o en quien sea, yo te quiero y voy a luchar por ser el único.
Él me miraba con esos ojos en los que me perdía, mientras tanto yo todavía no me había acostumbrado a que alguien a quien yo quisiese tanto sintiese lo mismo por mí.
Así que solo fui capaz de que mis ojos se inundasen y una sonrisa iluminase mi rostro.
+Me quieres -dije susurrando. Le cogí la cara y lo besé como si ese beso fuese el último.
No quería que la noche terminase.
Me dolían las manos del frío y tenía la nariz congelada, pero me daba igual porque sabía que cuando la noche terminase él no estaría al día siguiente.

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