Antes de que te encontrara, tenía una suerte terrible.
Cada príncipe encantador, perdía su encanto después de las doce.
Entonces llegaste tú e hiciste que mi pasado fuera gracioso.
Y aunque quizás nunca nos casemos, siempre te amaré de una manera infantil.
Porque tienes algo a lo cual no me puedo resistir.
Las cosas son lo que queremos que sean y cuando miro dentro de tus ojos, me doy cuenta que el amor existe en realidad.
Me encanta la temperatura y el aroma de tu cara la forma de tus labios y la forma en que tus ojos se encogen cada vez que me sonries.
Me encantan tus particularidades.
Así te amaré siempre, incluso con los ojos cerrados.
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